El Predio Sans Souci

Construir juntos...


La realidad o mejor dicho lo que entendemos como realidad se construye a partir de muchas mediaciones, si estas mediaciones transmiten pobremente o mal los hechos,  es posible que nuestra “realidad” no sea más que una mentira. Una visión parcializada, intencionada o no por la cual el ciudadano establece vínculos con su medio. Opiniones o aceveraciones mediadas deben ser sometidas a pruebas de confianza y a indagaciones para poder ser asumidas como un reflejo de la realidad. Los tiempos que vivimos son abundantes en información y escasos en certezas que esta represente de algún modo los hechos. El relato que cada persona construye de sus vivencias está permanentemente sometido por una voluntad extraña que desde el poder o el discurso hegemónico intenta reescribir todo según sus conveniencias e intereses.

Yo, ciudadano, me siento en la obligación de revisar y dudar cuando veo a través de otros y decididamente le otorgo al tiempo la virtud de remediar lo que por falta de interés, audacia, convencimiento o simple pereza acepté sin revisar o cuestionar. El tiempo inexorablemente revela la verdad, la verdad siempre es un punto de llegada. Más, creo que, debo cuidarme de confiar y creer por comodidad si en ese devenir otros sufren por mi apatía.

 Y como lo dijo Mariano Moreno en 1810, en el prologo a la traducción de El Contrato Social de Jean Jacques Rousseau inspirado por una obra, que intenta determinar como la justicia y la utilidad se desarrollan para el ciudadano y definen el bien común que lo afecta... 

«Si los pueblos no se ilustran, si no se vulgarizan sus derechos, si cada hombre no conoce lo que vale, lo que puede y lo que se le debe, nuevas ilusiones sucederán a las antiguas, y después de vacilar algún tiempo entre mil incertidumbres, será tal vez nuestra suerte mudar de tiranos sin destruir la tiranía». 1810 Mariano Moreno.